Estados Unidos escaló el jueves sus objeciones a las restricciones impuestas por México a las importaciones de maíz genéticamente modificado y solicitó la creación de un panel de solución de diferencias en el marco del TMEC, informó la oficina del Representante Comercial (USTR, por su sigla en inglés).

La solicitud de enviar la disputa a los árbitros se anuncia tras el fracaso de consultas formales para resolver las profundas diferencias entre los dos estrechos socios comerciales sobre el uso de maíz transgénico, ampliamente producido por los agricultores estadounidenses.

Washington alega que el decreto de México que prohíbe las importaciones de maíz transgénico utilizado en masa y tortillas para el consumo humano no se basa en ciencia y viola sus compromisos en virtud del acuerdo comercial de América del Norte, en marcha desde 2020.

Si el panel falla a favor de Estados Unidos y México no cumple con sus directivas, la USTR ganaría en última instancia el derecho de imponer aranceles punitivos a los productos mexicanos, una medida que podría desencadenar una guerra comercial norteamericana poco común.

La representante comercial de Estados Unidos, Katherine Tai, dijo en un comunicado que la medida tenía por objeto hacer cumplir las obligaciones de México en el TMEC de mantener las regulaciones basadas en ciencia sobre la biotecnología agrícola.

“Es fundamental que México elimine sus medidas biotecnológicas inconsistentes con el TMEC para que los agricultores estadounidenses puedan seguir accediendo al mercado mexicano y utilizar herramientas innovadoras para responder a los desafíos climáticos y de seguridad alimentaria”.