Coahuila, México, 4 de septiembre de 2023
La adicción al cristal se ha convertido en un flagelo que afecta profundamente a la sociedad de Coahuila, y el Secretario de Salud del estado, esta epidemia no solo se debe a los componentes químicos de la droga, sino a la desesperanza provocada por la falta de oportunidades educativas y laborales.
La adicción al cristal puede tomar control después del primer consumo. Esta situación es exacerbada por la ausencia de oportunidades que sumen ingresos económicos insuficientes en una época en que la vida se ha vuelto más costosa.
Los efectos devastadores de la adicción se han dejado sentir en la comunidad de Coahuila, con un aumento en el número de suicidios, delitos sexuales, embarazos en adolescentes y población penitenciaria. Además, la drogadicción ha tenido un impacto significativo en el ámbito laboral, con un aumento notable en el ausentismo laboral y rotaciones en los mismos, debido al consumo de esta sustancia, lo que a su vez afecta la estabilidad económica de las familias.
El endeudamiento de los gobiernos estatales ha agravado aún más la situación económica de los habitantes de Coahuila, lo que ha llevado a un aumento en la presión sobre las familias y la comunidad en general. La falta de oportunidades educativas y laborales se ha convertido en un círculo vicioso que alimenta la adicción y sus consecuencias perjudiciales.
El problema de la adicción no solo afecta al entorno familiar y social, sino también al ámbito laboral, donde el elevado ausentismo laboral está minando el sustento económico de muchas familias. En este contexto, las autoridades locales están «tomando medidas» para abordar esta crisis desde una perspectiva integral.
Coahuila Lidera el País en Casos de Narcomenudeo al Cierre de Junio, con un asombroso total de 14,082 casos por cada millón de habitantes. Estos números de alarma subrayan la urgente necesidad de abordar la problemática del tráfico y consumo de sustancias ilegales en la región.
El narcomenudeo no solo es un problema de salud pública, sino también una amenaza para la seguridad y el bienestar de la comunidad. La presencia de sustancias ilícitas en las calles y su disponibilidad fácil pueden llevar a un aumento en los delitos relacionados con el consumo de drogas y poner en peligro la tranquilidad de los ciudadanos.