Ciudad de México – Senadores mexicanos han emitido una declaración conjunta instando a que el tráfico y el uso del fentanilo sean considerados un problema de seguridad nacional en México, reconociendo los crecientes peligros que esta poderosa droga sintética representa tanto para México como para Estados Unidos.

El fentanilo, una droga altamente adictiva y potente, ha sido identificado como un componente fundamental en la epidemia de opioides que afecta a Estados Unidos. Sin embargo, su producción y tráfico también han aumentado significativamente en México en los últimos años. Se estima que gran parte del fentanilo traficado en Estados Unidos se origina en México, y algunos de los principales carteles de la droga, como el Cartel de Sinaloa, están involucrados en su producción y distribución.

Lo que preocupa aún más a las autoridades es que el fentanilo no se comercializa solo en su forma pura, sino que se mezcla con otras sustancias, lo que aumenta significativamente los riesgos para la salud pública. Estas mezclas pueden hacer que el daño causado por el fentanilo sea aún más grave y que sus efectos sean más duraderos, lo que aumenta el potencial de sobredosis y muertes relacionadas con esta droga.

Los senadores mexicanos han argumentado que el fentanilo ya no puede ser considerado simplemente como un problema de salud pública, sino que debe tratarse como un asunto de seguridad nacional debido a sus graves implicaciones para la seguridad y la estabilidad del país. El aumento del tráfico de esta droga ha llevado a un aumento en la violencia y la rivalidad entre los carteles de la droga que compiten por el control de las rutas de producción y distribución.

Uno de los firmantes de la declaración, expresó: «Es imperativo que México tome medidas drásticas para abordar el problema del fentanilo. Este no es solo un problema de Estados Unidos; es un problema que está desestabilizando nuestro país y contribuyendo a la crisis de seguridad que enfrentamos».

Las medidas propuestas incluyen una mayor cooperación con las autoridades estadounidenses para combatir el tráfico transfronterizo de fentanilo, el fortalecimiento de las operaciones de seguridad en las áreas de producción y una mayor inversión en programas de prevención y tratamiento de adicciones.

El gobierno mexicano ha reconocido la gravedad de la situación y ha prometido tomar medidas para abordar el problema del fentanilo. Sin embargo, la lucha contra el tráfico de esta droga sigue siendo un desafío complejo que requiere una acción coordinada a nivel nacional e internacional.

El llamado de los senadores para tratar el tráfico de fentanilo como un problema de seguridad nacional subraya la necesidad de un enfoque integral y una cooperación efectiva entre México y Estados Unidos para abordar esta creciente amenaza que afecta a ambas naciones

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