Resultados de la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública revelan un descenso en la prevalencia delictiva, pero un alarmante subregistro de delitos

Ciudad de México,La Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública arrojó resultados preocupantes sobre la situación de la violencia en México durante el año pasado. Aunque se observa una disminución en la prevalencia delictiva en comparación con el año anterior, la baja tasa de denuncias ciudadanas y la percepción de inacción por parte de las autoridades estatales y municipales plantean desafíos significativos en la lucha contra la violencia en el país.

Según los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el número de víctimas de 18 años y más en México durante el año pasado fue de 21.1 millones, lo que equivale a una tasa de 22,587 víctimas por cada 100,000 habitantes. Esta cifra representa una disminución con respecto a las 24,207 víctimas reportadas un año antes.

Las tasas de prevalencia delictiva por género también reflejan una disminución. Para las mujeres, la tasa fue de 21.675, mientras que para los hombres fue de 23.648. Estos datos son estadísticamente menores que los de 2021. Sin embargo, el subregistro de delitos y la falta de denuncia ciudadana son aspectos que no pueden pasarse por alto.

Las tasas de prevalencia delictiva más altas se registraron en la Ciudad de México, el estado de México y Tlaxcala, mientras que las más bajas se encontraron en Chiapas, Veracruz y Oaxaca. Los delitos más comunes incluyen fraude, robo o asalto en la calle o en el transporte público, y extorsión.

En cuanto a los delitos sexuales, las mujeres continúan siendo las más vulnerables, con una tasa de incidencia de 3.470 delitos por cada 100.000 habitantes. Aunque esta cifra es menor que la registrada en 2021, sigue siendo motivo de preocupación.

Uno de los aspectos más alarmantes de esta situación es la falta de denuncia por parte de las víctimas. Solo el 10.9% de los delitos se denunciaron, y de esas denuncias, el Ministerio Público o la Fiscalía estatal iniciaron una carpeta de investigación en el 69.3% de los casos. Esto significa que en el 92.4% de los delitos no se realizó ninguna investigación, lo que se conoce como «cifra negra».

De las denuncias en las que se inició una investigación, el 46.1% no obtuvo resultados o no se resolvió el caso, y el 31.4% aún estaba en proceso. Esto se traduce en que el 77,5% de las denuncias no condujeron a ninguna conclusión.

Además, solo el 15.5% de los delitos en los que se inició una investigación resultaron en una acción positiva para el denunciante, lo que sugiere una falta de efectividad en el sistema de justicia.

Las razones para no denunciar delitos se atribuyen en un 59.0% a la autoridad, con motivos como la pérdida de tiempo, la desconfianza en las autoridades y trámites largos y difíciles. Otras causas incluyen la falta de pruebas, la consideración de un delito de baja importancia y el miedo al agresor.

Estos resultados subrayan la necesidad de mejorar la confianza en las instituciones encargadas de hacer cumplir la ley y simplificar el proceso de denuncia para que más víctimas se sientan empoderadas para buscar justicia. La lucha contra la violencia en México requiere no sólo una reducción en la prevalencia delictiva, sino también una mayor participación ciudadana y una respuesta efectiva por parte de las autoridades.

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