Zúrich, Suiza – Una impactante revelación sobre los abusos sexuales cometidos por sacerdotes de la Iglesia católica en Suiza ha sacudido tanto al país como a la comunidad católica en todo el mundo. Un informe encargado por la Conferencia Episcopal Suiza, liderado por dos historiadoras de la Universidad de Zúrich, ha documentado más de 1,000 casos de abusos sexuales ocurridos desde mediados del siglo XX.
Este estudio sin precedentes ha arrojado luz sobre los abusos sexuales y el acoso sufrido por víctimas en la Iglesia católica en Suiza, revelando un oscuro capítulo en la historia de la institución religiosa. El informe, considerado el primero en su tipo en Suiza, ha sido calificado como una «punta del iceberg» por los investigadores, ya que la mayoría de los casos no fueron denunciados o los documentos relacionados con los abusos fueron destruidos con el tiempo.
Las autoras de la investigación, Monika Dommann y Marietta Meier, identificaron 1,002 «situaciones de abusos sexuales» en su estudio, incluyendo acusaciones contra 510 personas. La magnitud de los abusos es impactante, y las víctimas, tanto hombres como mujeres, han sufrido en silencio durante décadas.
De acuerdo con los hallazgos del informe, el 56% de las víctimas de abusos sexuales eran hombres o niños, mientras que el 39% eran mujeres o niñas. El género del 5% restante no pudo ser identificado. Además, el 74% de las víctimas identificadas hasta ahora son menores, resaltando aún más la gravedad de estos abusos.
Los investigadores también encontraron que los responsables de la Iglesia a menudo ignoraban, ocultaban o minimizaban los casos de abuso sexual hasta la década de 2000. Cuando se veían obligados a actuar, su enfoque solía estar en la protección de los autores, la institución o sus propias posiciones, en lugar de atender a las personas afectadas.
En respuesta a este devastador informe, el Vaticano ha ordenado una investigación a eclesiásticos católicos de alto rango en Suiza. Se han formulado acusaciones tanto contra obispos en activo como jubilados, así como contra otros clérigos, por su manejo de los casos de abuso sexual y, en algunos casos, por cometer agresiones sexuales en el pasado.
Este sombrío informe pone de manifiesto la urgencia de abordar los abusos sexuales en la Iglesia católica y la necesidad de que las autoridades religiosas y civiles tomen medidas significativas para garantizar que se haga justicia y que las víctimas reciban el apoyo necesario.