Colombia, históricamente uno de los principales exportadores de petróleo del mundo, podría ver a la cocaína superar al petróleo como su principal producto de exportación en 2022. Esto se debe al continuo aumento en la producción de cocaína en el país mientras el gobierno adopta una política más indulgente en relación con las drogas, según estimaciones de Bloomberg Economics.
Las exportaciones de petróleo colombiano disminuyeron un 30% en el primer semestre de este año, mientras que el comercio de cocaína ha mostrado un crecimiento constante. Esto ha llevado a que las exportaciones de cocaína estén a punto de alcanzar los 18.200 millones de dólares en 2022, una cifra cercana a los 19.100 millones de dólares de exportaciones de petróleo del año anterior.
La producción de cocaína en Colombia alcanzó un récord de 1.738 toneladas el año pasado, y la superficie de tierra destinada al cultivo de coca aumentó un 13% en 2022, llegando a un récord de 230,000 hectáreas en comparación con el año anterior. Estos datos provienen de un informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha cambiado el enfoque del país en la lucha contra el narcotráfico, centrando sus esfuerzos en los capos de la droga que obtienen mayores beneficios de la venta de drogas en el extranjero, en lugar de los productores de hoja de coca. Este cambio político parece haber facilitado el aumento de la producción de cocaína en el país, según los analistas de Bloomberg Economics.
Es importante destacar que las cifras de exportación calculadas por Bloomberg Economics se basan en la diferencia entre la producción y las incautaciones de cocaína, por lo que la cifra real podría ser menor al no tener en cuenta el consumo interno ni las incautaciones en los países de tránsito y destino. Además, se estiman los precios de exportación ajustando metodologías de precios promedio mayoristas y los costos de exportación.
Esta tendencia plantea desafíos significativos para Colombia, ya que busca abordar tanto la producción como el tráfico de drogas en medio de la creciente preocupación sobre el impacto económico y social de la cocaína en el país.