Nueva York fue testigo de una impresionante movilización de decenas de miles de manifestantes el domingo pasado, marcando el inicio de la Semana del Clima de Nueva York, donde líderes mundiales de diversos campos se reúnen para abordar el urgente problema del cambio climático. Los manifestantes, con un mensaje claro y unificado, exigieron acciones inmediatas para poner fin a la explotación de los combustibles fósiles y frenar el calentamiento global.
Gritando consignas como «Nuestro futuro depende de esto» y «No más combustibles fósiles», los manifestantes hicieron un llamado enérgico para que se tomen medidas concretas y significativas contra la industria del petróleo y el gas natural. Su enojo se dirigió directamente al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, instándolo a detener la aprobación de nuevos proyectos de extracción de petróleo y gas, eliminar gradualmente las fuentes actuales y declarar una emergencia climática con poderes ejecutivos ampliados.
Emma Buretta, de 17 años y miembro del grupo de protesta juvenil Fridays for Future, expresó: «Tenemos el poder del pueblo, el poder que necesita para ganar estas elecciones. Si quieren ganar en 2024, si no quieren que la sangre de mi generación esté en sus manos, acaben con los combustibles fósiles».
La manifestación atrajo a políticos influyentes como la congresista Alexandria Ocasio-Cortez y a destacadas celebridades, incluyendo a Susan Sarandon, Ethan Hawke, Edward Norton, Kyra Sedgwick y Kevin Bacon. Sin embargo, el epicentro de la acción fue en Broadway, donde los manifestantes llenaron las calles en busca de un futuro más prometedor y menos afectado por el cambio climático.
La Marcha para Acabar con los Combustibles Fósiles marca el comienzo de una semana crucial en la que se llevará a cabo una cumbre especial de Naciones Unidas para abordar el cambio climático. A pesar de la importancia de este evento, varios líderes de países que son grandes emisores de carbono han optado por no asistir, lo que ha generado preocupación entre los activistas climáticos.
Los organizadores estiman que alrededor de 75,000 personas participaron en la marcha del domingo, subrayando la urgencia y la determinación de la sociedad civil en la lucha contra el cambio climático. Las demandas de los manifestantes resonarán a nivel mundial mientras los líderes de todo el mundo se reúnen en Nueva York para abordar un problema que afecta a todos: el futuro del planeta.