El aumento de la delincuencia y los robos en viviendas en Saltillo, Coahuila, ha llevado a los residentes de la calle Carlos Salazar, en el tramo que va desde las calles Miguel Ramos Arizpe a Héroe de Nacozari en la Zona Centro, a tomar medidas por su cuenta para proteger sus patrimonios familiares. Ante la aparente ineficiencia de la policía municipal en atender sus denuncias y solicitudes, los vecinos han optado por invertir en sistemas de seguridad y trabajar en conjunto para mantenerse vigilantes y prevenir robos.

Una de las iniciativas que ha tomado fuerza en esta comunidad es la instalación de cámaras de seguridad en la privada Nogal y en varias viviendas, permitiendo una vigilancia continua las 24 horas del día. Estas cámaras no solo protegen esta privada, sino también una parte de la calle Salazar, brindando a los propietarios la capacidad de monitorear sus alrededores.

Gildardo Dionicio Lumbreras, residente de la calle Salazar, explicó que anteriormente esta área era propensa a robos y asaltos a mano armada. Los residentes, cansados de la inseguridad pública, decidieron tomar medidas por sí mismos y se organizaron para mejorar la seguridad de su comunidad. La instalación de cámaras y la fortificación de puertas y ventanas en algunas viviendas ha resultado en una disminución significativa en los índices de robos.

Los residentes también han señalado otras preocupaciones en su comunidad, como banquetas en mal estado que representan peligros para los peatones, la necesidad de más reductores de velocidad debido al exceso de velocidad de los conductores de transporte urbano, y problemas de inundación durante días de lluvia. Además, han destacado que el servicio de alumbrado público es eficiente, aunque requiere un mantenimiento más constante para abordar las fallas en algunas luminarias.

La recolección de basura se realiza de manera puntual cada tercer día, lo que ha sido bien recibido por los residentes, pero se les ha instado a no sacar las bolsas con demasiada anticipación. En cuanto al estacionamiento, los vecinos han enfrentado dificultades debido a la falta de espacios disponibles, y algunos han pintado sus propios cajones de estacionamiento sin pagar, lo que ha llevado a la necesidad de buscar alternativas en otras calles.

La comunidad de la calle Carlos Salazar en Saltillo se ha unido para abordar estos problemas y buscar soluciones que mejoren la calidad de vida en su vecindario. A pesar de los desafíos, su determinación y espíritu de colaboración son ejemplos de cómo las comunidades pueden enfrentar los desafíos y trabajar juntas para lograr un entorno más seguro y agradable para todos sus residentes.

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