03 septiembre 2023

En la búsqueda de una receta infalible para mejorar tanto el estado físico como el anímico, la respuesta podría encontrarse en una actividad al alcance de todos: el deporte. No solo mantiene una raya en las enfermedades cardiovasculares, sino que también contribuye significativamente a la felicidad al reducir el estrés, la ansiedad y la depresión. La ciencia respalda la afirmación de que el ejercicio físico genera endorfinas, conocidas como las «hormonas de la felicidad», cuyos beneficios se sienten a nivel molecular y emocional.

La práctica habitual del deporte se ha convertido en una solución efectiva para prevenir y tratar una variedad de dolencias físicas y mentales comunes en la sociedad actual. Victoria Ley, jefa del departamento de Deporte y Salud de la Agencia Española de Protección de la Salud en el Deporte, afirma que el ejercicio físico ayuda a liberar tensiones y presiones, lo que ayuda a prevenir y tratar problemas como el estrés, la ansiedad o la depresión, especialmente en las personas de mayor edad.

En España, la depresión afecta a una parte significativa de la población, con una incidencia que puede llegar al 15 por ciento en ciertas franjas de edad, especialmente entre los mayores. Sin embargo, la práctica del deporte puede reducir esta cifra hasta cuatro veces, según los expertos. «La gente en mejor forma física tiende a tener una mayor autoestima, lo que reduce las posibilidades de sufrir depresión», explica Ley.

A pesar de los beneficios evidentes, un 73 por ciento de la población española no realiza ejercicio físico o lo hace solo una vez al mes durante su tiempo de ocio. Este porcentaje es aún más alto en las mujeres que en los hombres.

El ejercicio no solo beneficia el estado de ánimo y la salud mental, sino que también tiene un impacto positivo en la cognición. La activación de la neurogénesis, la formación de nuevas neuronas, mejora la memoria y la capacidad cognitiva. Además, el ejercicio físico contribuye al equilibrio, lo que es particularmente valioso para las personas mayores al reducir el riesgo de caídas.

En cuanto a los beneficios físicos, el ejercicio regular puede prevenir y combatir una amplia variedad de enfermedades, como la hipertensión, las enfermedades cardiovasculares, la diabetes tipo 2 y varios tipos de cáncer. Según Victoria Ley, más de una veintena de enfermedades físicas pueden prevenirse o tratarse simplemente mediante la actividad física.

La inactividad física representa un riesgo tanto para la salud física como para la salud mental, especialmente en personas mayores de 65 años. La falta de actividad física puede llevar a discapacidades que afectan la independencia de las personas, disminuyen su autoestima y las hacen más vulnerables a la depresión.

Promover la concienciación sobre la importancia del ejercicio físico desde edades tempranas es esencial. La Organización Mundial de la Salud recomienda que los niños y adolescentes practiquen al menos una hora de ejercicio al día hasta los 16 años y, a partir de esa edad, al menos 150 minutos de deporte a la semana.

La falta de ejercicio físico representa un costo significativo para la sociedad en términos de gasto en medicamentos, productividad laboral y absentismo debido a enfermedades físicas y mentales como la depresión. La práctica del deporte puede reducir este costo considerablemente. En España, se estima que se podrían ahorrar entre 6.000 y 10.000 millones de euros al año si la mayoría de la población practicara ejercicio físico regularmente.