Parras de la Fuente, Coahuila – El pasado fin de semana, el popular bar Índigo, ubicado en la Calzada del Marquez en Parras de la Fuente, Coahuila, fue escenario de un violento disturbio que ha desencadenado críticas hacia el gobierno local por su aparente falta de atención al problema del consumo de bebidas alcohólicas en la región. El incidente culminó en la clausura del establecimiento por parte de las autoridades locales, pero deja en evidencia problemas más profundos que necesitan ser abordados.
El propietario del restaurante-bar solicitó la intervención de las fuerzas de seguridad pública después de que una violenta riña estallara en el interior del establecimiento. Según Javier Lázaro, inspector de Alcoholes en el área, la situación se volvió incontrolable, incluso para los propios guardias del bar, quienes no lograron contener la violencia reinante. La intervención de las unidades de seguridad pública fue necesaria para restablecer el orden.
Lo más alarmante de este incidente es que, durante el proceso de detención, se descubrió que entre los arrestados se encontraban dos menores de edad. Esta revelación debería poner de manifiesto la falta de atención y regulación por parte del gobierno en lo que respecta al acceso de los menores a lugares donde se sirven bebidas alcohólicas.
Es importante señalar que, en ocasiones, los menores intentan ingresar a estos lugares con credenciales falsas, lo que plantea interrogantes sobre la capacidad de las autoridades para verificar la autenticidad de dichos documentos. Esta problemática, aunque difícil de abordar, requiere de medidas preventivas más efectivas.
Dentro del lamentable incidente, quedó registrado en video cómo los jóvenes implicados se agredieron mutuamente, incluso una mujer que cayó al suelo tras recibir un golpe. Estas imágenes son un triste recordatorio de la violencia asociada al consumo irresponsable de alcohol y la falta de seguridad en estos espacios.
El incidente en el bar Índigo pone de manifiesto la urgente necesidad de que el gobierno local tome medidas más enérgicas para abordar el problema del consumo de alcohol y la seguridad en los establecimientos que lo venden, protegiendo así a la comunidad y especialmente a los menores de edad de situaciones peligrosas como la que se vivió en este lamentable episodio.