Ciudad de México.- El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha calificado de «imprudente» e «inhumana» la acción del gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, por presentar un recurso de apelación para mantener las boyas y cercos de alambre en el río Bravo, en la frontera con México.

Durante su rueda de prensa diaria, el mandatario mexicano expresó su profunda preocupación y desaprobación por la decisión de un tribunal federal de apelaciones de Estados Unidos que accedió a la solicitud de Texas para mantener su barrera de boyas antimigrantes en el río Bravo, conocido como río Grande en Estados Unidos.

López Obrador declaró:

«Es completamente imprudente lo que está haciendo el Gobierno de Texas y, además, inhumano, entonces vamos a seguir tratando este tema».

El presidente mexicano señaló que, aunque se haya autorizado temporalmente la presencia de estas boyas en el río, el juicio continúa y confía en que el Gobierno de México ganará en última instancia. Ha habido una serie de desencuentros entre el Gobierno de México y el de Texas debido a las políticas antiinmigrantes y comerciales que ha implementado el gobernador Abbott.

El Gobierno de México ha expresado su descontento ante esta situación enviando tres notas diplomáticas a Washington, argumentando que las boyas ocuparon una extensión de 230 metros del lado mexicano y que esta barrera viola tratados internacionales de aguas entre México y Estados Unidos, así como los derechos humanos de los migrantes, algunos de los cuales han perdido la vida en la zona.

López Obrador hizo un llamado a utilizar los recursos empleados en estas medidas en cooperación para el desarrollo en Centro y Suramérica, preguntando por qué no se llevaría a cabo una colecta en Texas, un estado económicamente importante, para ayudar a naciones como Guatemala, Honduras, El Salvador, Haití, Belice, Venezuela, Colombia y Ecuador.

El presidente concluyó: «¿Qué tiene que ver lo ideológico? ¿Qué tiene que ver lo político con lo humano?». Esta cuestión sigue generando tensión en la relación entre México y Texas y plantea preocupaciones sobre el trato a los migrantes en la frontera.