Ciudad de México – Esta mañana, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, se negó a opinar sobre el tema relacionado con Marcelo Ebrard, exjefe de gobierno de la Ciudad de México y figura destacada dentro del Movimiento de Transformación liderado por el mandatario. En su lugar, el presidente destacó la transición de liderazgo hacia Claudia Sheinbaum y enfatizó la unidad y la estabilidad del movimiento.

El presidente López Obrador elogió a Claudia Sheinbaum, actual jefa de gobierno de la Ciudad de México, a quien entregó la dirección del movimiento de transformación. La describió como una persona excepcional, con convicciones, principios, honestidad y una gran preparación académica, en contraste con su propia formación académica limitada.

En relación con Marcelo Ebrard, el presidente reiteró su amistad y camaradería, pero se negó a hacer más comentarios sobre el tema. En sus palabras, expresó que los adversarios desearían que hubiera divisiones o rupturas en el movimiento, pero aseguró que esto no sucederá, ya que el pueblo está respaldando la transformación liderada por él.

«Marcelo es mi amigo, mi compañero, lo estimo y no puedo opinar más», dijo el presidente López Obrador. Afirmó que la unidad y la cohesión del movimiento de transformación seguirán siendo sólidas, ya que el pueblo está alineado con la visión de cambio que promueve.

El presidente también instó a los reporteros a recoger los sentimientos y las opiniones del pueblo para obtener respuestas precisas y evitar ser influenciados por figuras como Claudio X. González y los conductores de radio y televisión, a quienes acusó de generar confusión.

En cuanto a la política democrática en México, el presidente López Obrador enfatizó que el poder reside en el pueblo y que se ha eliminado la oligarquía disfrazada de democracia. Señaló que se ha dejado atrás el «dedazo» y la «cargada», en referencia a prácticas políticas del pasado en las que las élites tenían un control significativo en la toma de decisiones políticas.

El presidente concluyó su declaración subrayando la importancia de la voluntad del pueblo en la democracia actual de México, donde, según él, es el pueblo quien manda y decide sobre el rumbo del país.